Por el Jíbaro Residente
Especial para Estruendomudo
Justo a un mes del plebiscito
no hemos sufrido nevadas,
no se habla inglés en Aguada
ni hay “red necks” en Naranjito.
Nueva York no es Aibonito,
Llorens Torres no es el Bronx,
no hay osos en Bayamón,
no hay indios sioux en Gurabo,
no hay ni un “amish” en Guaynabo
ni hay búfalos en Rincón.
La alcapurria no es “pop-corn”,
no es “root-beer” el mabí,
no es un “big frog” el coquí
ni “cheese-trix” el chicharrón.
Un “nerd” no es un estofón,
ni “Oh, My God” es ay bendito
y, hablando del plebiscito
preguntan los gringos ya
para qué la estadidad
si ellos no comen cuajito.
El “Pudge” irá derechito
a llorar la estadidad
y le dirá el yanqui: “Bah,
tú cogiéndome el culito!”.
Al gringo le importa un pito
la solicitud de Ricky
porque el chico tiquismiqui,
aunque finja estar contento,
con ese veinte por ciento
se estrelló en su “plebitricky”.
Con sus ilusiones rotas
hoy lloran los estadistas,
ni el vaciado de listas
les valió una buena nota.
Pero, caray, ¿qué derrota?
Tal vez estos muchachitos
morirán con su ay bendito,
mas de aquí a 500 años
Casa Blanca sea en Cataño
y el Congreso en El Fanguito.